Sin el conocimiento adecuado, un proceso de importación puede resultar ciertamente arduo. Sobre todo, por estar sujeto a regulaciones específicas, trámites oficiales y aranceles. Conocer las etapas que lo componen puede ayudarnos a comprender y planificar de forma precisa cada detalle, imprescindible, si buscamos disminuir los riesgos y trazar un camino seguro de éxito.

¿Por qué es importante planificar mi importación?

Probablemente ya estés al tanto de lo que, a grandes rasgos, implica una operación de importación. En Argentina, como en cualquier otro país del mundo, se trata de un proceso de comercio exterior orientado al ingreso y legalización de mercancías en territorio nacional, en función de objetivos comerciales específicos. 

Todo proceso de importación es una actividad comercial y, como tal, está sujeta a una normativa específica. Acorde a la cual se establecen ciertas restricciones, se exigen registros o permisos especiales y se gravan aranceles en concepto de impuestos.

Si queremos importar de forma segura, es necesario, por supuesto, seguir al pie de la letra lo señalado. Pero, tan importante como ello, es conocer en profundidad lo que una transacción comercial internacional de este tipo implica y exige, planificar la misma y contemplar posibles riesgos. 

De esta forma, estaremos capacitados para tomar, en el momento oportuno, decisiones determinantes en el éxito de la operación y, también, podremos cuidar nuestro proyecto e inversión.

Principales etapas de un proceso de importación

Existen diferentes tipos de importación, según la motivación y aplicación final que la mercancía tenga en territorio nacional. Cada una de ellas implica una serie de etapas rigurosas y organizadas.

Las llamadas importaciones ordinarias o definitivas son las más comunes y consisten en aquellas transacciones comerciales, de carácter internacional, en que un producto ingresa al país con el fin de ser comercializado, para el consumo, en el mercado interno. Repasemos las principales etapas de este proceso:

Investigación

Esta etapa consiste en la recolección y relevamiento de toda la información útil disponible. Debemos efectuar un análisis del mercado para identificar qué productos son competitivos y cuál es su situación actual en el mercado interno. 

También debemos informarnos acerca de los permisos y regulaciones que al producto elegido se ajustan, de modo de no faltar a ninguna obligación legal o normativa. Estas podrían acarrear pérdidas económicas en el futuro, o demorar significativamente el proceso de importación.

La información reunida será la base segura a partir de la cual planificar y definir los siguientes pasos a dar. En este caso, contar con un asesor comercial puede ser de gran ayuda. Sobre todo, si estamos iniciando nuestra actividad como importadores.

Registro como importador

Antes de iniciar las negociaciones, el interesado debe efectuar el pertinente registro como importador en la Dirección General de Aduanas. Este trámite exige la presentación de documentación personal específica, junto con el Certificado de antecedentes (expedido por el Registro Nacional de Reincidencia) y la pertinente acreditación de solvencia económica para realizar la actividad.

Del mismo modo, para obtener el alta en los impuestos al valor agregado y/o a las ganancias, o bien en el Régimen Simplificado para Pequeños Contribuyentes, el interesado debe gestionar su inscripción en la Dirección General Impositiva (DGI). 

Negociación y elección del proveedor

Legalmente habilitados para iniciar nuestro proceso de importación, debemos elegir el proveedor que nos pueda vender un producto de calidad, a un precio competitivo y nos garantice, en cada detalle, una relación comercial íntegra. 

En esta etapa es pertinente solicitar muestras del producto, redactar un contrato, donde se incluyan los plazos de entrega y la forma de pago acordada, y gestionar todas las documentaciones y certificaciones que el intercambio requiera.

Transporte de la mercancía

Un proceso de importación implica contar con servicio logístico integral que pueda garantizar el transporte y arribo de la mercancía en los plazos pactados, y en óptimas condiciones. 

En este caso es recomendable, también, contar con el acompañamiento de un asesor profesional que se encuentre capacitado para gestionar las operaciones logísticas pertinentes, así como los certificados y permisos a ellas asociados.

Retiro de la mercancía

Esta es la última etapa del proceso de importación. La carga llega a la aduana del país destino y el agente aduanero se ocupa de efectuar los trámites necesarios para finalizar su importación y retiro por parte del importador.

Para garantizar la recepción de la mercancía en buenas condiciones y contar con el respaldo legal pertinente, el importador debe, previamente, haber coordinado el servicio con el agente aduanero y contar con el respaldo de un seguro.

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